
Compañeros de la escuela la amenazaron con contactar a inmigración
Jocelynn Rojo Carranza, una niña de 11 años, se quitó la vida después de ser acosada por sus compañeros de escuela, quienes la amenazaron con llamar a las autoridades de Inmigración y Aduanas (ICE) y hacer que deportaran a su familia. El trágico incidente ocurrió el 8 de febrero, después de que Jocelynn permaneciera cinco días hospitalizada en Dallas, a raíz de los constantes abusos sufridos en la Escuela Intermedia de Gainesville.
Según relató su madre, Marbella Carranza, en una entrevista con Univision, los niños de sexto grado acosaron a Jocelynn durante semanas, diciéndole que quedaría sola cuando sus padres fueran arrestados. A pesar de que los padres de la niña alertaron a las autoridades escolares en varias ocasiones, no se tomaron medidas efectivas para detener el abuso.
El trágico suceso ocurre en un contexto de creciente incertidumbre para las familias migrantes en los Estados Unidos, en medio de las políticas del presidente Donald Trump, quien ha impulsado una de las mayores operaciones de deportación en la historia del país. Como parte de estas acciones, el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) ha intensificado las redadas selectivas contra millones de indocumentados, resultando en la deportación de más de 10,000 personas.
Además, el gobierno de Trump ha cancelado la financiación para las organizaciones que brindan asistencia legal a niños migrantes que llegaron a EE. UU. sin la compañía de sus padres. Este recorte afecta directamente a programas que proporcionaban representación legal y apoyo a menores no acompañados en tribunales de inmigración, como el contrato de 200 millones de dólares anuales de la Oficina de Reubicación de Refugiados (ORR).
En medio de este panorama, la administración Trump también ha suspendido temporalmente varios beneficios humanitarios destinados a migrantes de países como Haití, Cuba, Nicaragua y Venezuela, así como a los programas de reunificación familiar.
