Un tribunal de apelación de la ciudad de Valparaíso admitió a trámite un recurso de protección impulsado por el diputado ultraderechista Luis Sánchez, que busca impedir que Peso Pluma pueda actuar en marzo en el Festival Internacional de Viña del Mar.
Sánchez se apoya en el escrito de un grupo de vecinos de Valparaíso, ciudad vecina a Viña del Mar, que cuestionan el uso de instalaciones públicas para la actuación del cantante mexicano, envuelta en polémica por sus corridos ligados a líderes del narcotráfico, como Joaquín “El Chapo” Guzmán.
“Queremos que se establezca que ninguna instalación de uso público puede ser usada para promover el narcotráfico y la cultura narco”, explicó Sánchez.
En la misma línea se pronunció el concejal René Lues, miembro de la Democracia Cristiana —y uno de los principales enemigos de la actuación del artista— quien considera que no se puede permitir que “con recursos públicos, en espacios públicos y a través de un canal público, se difunda o promueva la narcocultura”.
La polémica por la aparición en Viña del Mar de Peso Pluma, quien también forma parte de la primera línea de otros festivales de prestigio como Coachella, surgió tras un artículo del sociólogo y académico ultraconservador de la Universidad de Santiago, Alberto Mayol, en el que solicitaba la censura por considerar que hace apología del narco.
Una denuncia, a la que rápidamente se sumaron diputados de la derecha tradicionalista e incluso del llamado centro chileno, que no tardaron en politizar la cuestión al vincularla a la aparición en Chile de bandas armadas dedicadas al tráfico de drogas, y al consecuente aumento de los delitos violentos en el país.
Tras días de acalorado debate público, la organización del Festival de Viña del Mar confirmó que el artista mexicano, que ha logrado millones de reproducciones en el mundo con su canción “Ella baila sola“, sigue siendo la actuación con la que se cerrará el festival, el más antiguo de Latinoamérica.
Los promotores insistieron que no existe ningún impedimento legal para la actuación y dejaron entrever el grave daño reputacional que sufriría el evento.
Esta misma semana, y en un artículo de opinión en el diario La Tercera, el influyente columnista chileno Daniel Matamala señaló que esta campaña recuerda a la que se impulsó desde la Iglesia chilena en dictadura para impedir el primer concierto del grupo de heavy metal Iron Maiden e instó a los políticos a dejar los debates artificiales y ocuparse de los verdaderos problemas que impulsan el narcotráfico, relacionados con la precariedad, la pobreza y la falta de horizontes y oportunidades.
Crédito: LATINUS