República Dominicana enfrenta una de las tragedias más devastadoras de los últimos años tras el colapso del techo en la discoteca JetSet, ubicada en Santo Domingo. El incidente, ocurrido durante la popular noche de merengue del lunes, ha dejado al menos 124 personas fallecidas y más de 150 heridas, mientras continúan las labores de rescate en el lugar.
El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) informó que los trabajos de búsqueda podrían extenderse hasta por 36 horas, en un operativo que ha requerido guardar silencio absoluto para escuchar posibles llamados de auxilio. A las labores se han sumado rescatistas de Puerto Rico y del ejército israelí.
Entre las víctimas se encuentran figuras destacadas de la vida pública y empresarial dominicana, como Eduardo y Alexandra Grullón, ejecutivos del Banco Popular; Christian Alejandro Tejeda, funcionario de la alcaldía del Distrito Nacional; y el legendario cantante de merengue Rubby Pérez. También perdió la vida el presidente del Club de Leones de Haina, Luis Emilio Guillén, y familiares del ministro de Obras Públicas, Eduardo Estrella.
Hasta el momento, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) mantiene sin identificar más de 30 cuerpos, muchos de los cuales podrían corresponder a empleados del establecimiento. La administración de JetSet no ha revelado cuántos trabajadores se encontraban en el inmueble al momento del accidente.
El colapso ha generado conmoción nacional e internacional. Artistas como Juan Luis Guerra, Marc Anthony, Ricardo Montaner, Olga Tañón y Natti Natasha expresaron su solidaridad con las víctimas y sus familias. La cantante dominicana Tokischa calificó el hecho como una consecuencia de la negligencia y exigió sanciones para quienes operen establecimientos sin condiciones de seguridad adecuadas.
En 2023, el lugar ya había enfrentado una emergencia por un incendio derivado de un rayo, aunque sin víctimas. El dueño del establecimiento, Antonio Espaillat, aseguró en un video que están colaborando “total y transparentemente” con las autoridades.
El país permanece en duelo, con cientos de familias aún a la espera de noticias. Las autoridades han reforzado la atención médica a los heridos y se han recolectado más de 400 unidades de sangre gracias al llamado a la ciudadanía.
La esperanza de encontrar sobrevivientes continúa siendo el motor de los equipos que, entre lágrimas y escombros, no han detenido su labor.
