
La presidenta Claudia Sheinbaum respondió a las declaraciones del exmandatario Ernesto Zedillo, a quien atribuyó una postura crítica hacia el actual modelo de infraestructura pública debido a su defensa histórica de la privatización. Según la jefa del Ejecutivo, la inconformidad del expresidente tiene su raíz en que durante su administración “quisieron privatizar todo”, en contraste con el impulso que la actual administración y la anterior han dado a obras públicas como el Tren Maya o la refinería de Dos Bocas.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum señaló: “No les gusta que haya regresado la obra pública, porque ellos quieren que sea todo privado. Concesionaron todo y también rescataron las carreteras con recursos públicos”. Añadió que no sorprende que Zedillo critique el Tren Maya, ya que “ellos no están de acuerdo con que haya Tren Maya, dicen que no sirve para nada. Bueno, la atracción del turismo por el Tren Maya en el sureste de México es impresionante, el Tren Maya va lleno y pone en alto a la gran nación maya y el origen que son sus pueblos”.
La mandataria destacó la contradicción en que, quienes hoy critican los proyectos ferroviarios, fueron los mismos que los desmantelaron en el pasado: “Zedillo no va a estar de acuerdo con el regreso de los trenes de pasajeros si él fue el que primero los privatizó y luego los desapareció”.
En ese contexto, también desestimó la propuesta del expresidente para que se realicen auditorías independientes al Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, señalando que la Auditoría Superior de la Federación (ASF), un organismo autónomo, ya ha hecho las revisiones pertinentes. Recordó que su titular, David Colmenares, fue nombrado antes de la llegada del actual gobierno.
“No se necesita, pero además ¿cómo lo puedes comparar? Lo que pasa es que a ellos no les gusta que haya regresado la obra pública en México”, dijo Sheinbaum. Añadió que Zedillo “quería privatizar el sector eléctrico” y que no es congruente que ahora pida fiscalización, cuando durante su gestión se impulsó el Fobaproa, un mecanismo que convirtió deudas privadas en deuda pública.
Cuestionó también la transparencia de aquella medida: “Es muy distinto al Fobaproa, que fue convertir la deuda privada de unos cuantos en deuda pública”, y recordó que la Auditoría Superior de la Federación señaló en su momento la discrecionalidad con que se tomaron decisiones para el rescate bancario.
