La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, incrementó hoy la presión sobre los ministros de la Suprema Corte y la oposición, al defender la Reforma Judicial y advertir que no se trata de una medida aislada, sino de una respuesta a la “profunda corrupción, el nepotismo y la cultura de los privilegios” que, según ella, han dominado al Poder Judicial.
La voluntad popular y el rol de la Corte
Sheinbaum enfatizó que la reforma es un mandato popular que el Legislativo ya cumplió, y ahora corresponde a los jueces acatar el cambio constitucional. Al ser cuestionada sobre el impacto económico de este “choque de poderes”, la mandataria respondió tajante:
“¿Por qué la Corte no sopesa eso? Porque la decisión está en ellos. Hoy van a empezar la discusión. Esa pregunta hoy recae sobre los ministros y ministras, no recae sobre la Presidenta.”
Sheinbaum señaló que su rol ha sido cumplir con la voluntad del Constituyente y que ahora es la Corte la que debe rendir cuentas.
“Lo que está haciendo la Presidenta es decirle al pueblo de México que su voluntad la cumplió el Constituyente y quien está poniendo en tela de juicio esa decisión es la Corte.”
Por eso, insistió en que la verdadera pregunta recae sobre los ministros de la Corte: “¿Ya sopesaron las y los ministros de la Corte la decisión que van a tomar? ¿Por qué dicen que defienden la democracia, que defienden la Constitución? Si defendieran la Constitución, estarían defendiendo lo que ya definió el Constituyente.”
Claudio X. González y el nepotismo en el Poder Judicial
En su intervención, Sheinbaum también aprovechó para recordar el estudio publicado por el grupo de Claudio X. González, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), que en 2018 denunció el nepotismo en el Poder Judicial. La mandataria criticó a González, a quien calificó de “junior tóxico”, y leyó fragmentos del informe que detallaban cómo el nepotismo ha socavado la integridad del sistema judicial.
“Es un documento de MCCI en el 2018, lo digo porque su mayor exponente, Claudio X. González, dice que va a marchar hoy para defender al Poder Judicial. Este documento es muy interesante, se llama ‘El Poder Familiar de la Federación’, donde habla del nepotismo que se ha instalado en el Poder Judicial y denuncian que se desvirtúan las facultades constitucionales.”
La Reforma Judicial no es un capricho, sino una lucha contra la corrupción
Sheinbaum reafirmó que la reforma no surge de la nada, sino de la necesidad de erradicar la corrupción y los privilegios en el Poder Judicial, y destacó la importancia de la lucha por la justicia y la honestidad:
“La Reforma al Poder Judicial no sale de la nada, sale de la lucha contra la corrupción y los privilegios que imperan en el Poder Judicial. Es la defensa del pueblo de México por la justicia, por la honestidad, la honradez, el nepotismo es corrupción.”
El debate en la Corte: un contexto controversial
Este martes, la Suprema Corte de Justicia de la Nación discute el proyecto del Ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá sobre la constitucionalidad de la Reforma Judicial. Este proyecto ha generado controversia, tanto en el gobierno como en algunos constitucionalistas, quienes afirman que el máximo tribunal no tiene potestad para revisar lo que ya está establecido en la Constitución.
El análisis se da en un contexto peculiar, dado que ocho de los ministros de la Corte, incluido el ponente González Alcántara, han renunciado a sus cargos —aunque dicha renuncia será efectiva hasta agosto de 2025— para asegurar su pensión por retiro. Además, González Alcántara ha reconocido que permitió una reunión en su casa entre la Ministra presidenta Norma Piña, el dirigente del PRI, Alejandro Moreno, y magistrados electorales, lo que ha sumado más tensión al ambiente.
Puntos polémicos del proyecto de la Corte
El proyecto presentado por González Alcántara ha sido objeto de críticas por una serie de puntos controvertidos, entre ellos el hecho de que se permita impugnar una reforma judicial, algo que previamente la Corte había descartado. También se menciona que, aunque Morena y sus aliados tienen mayoría en el Congreso, no pueden sustituir la soberanía popular. Incluso se cuestiona la posibilidad de que la Constitución de 1917 permita reformas que transformen a México en un régimen confesional y unitario, a lo que se responde negativamente.
