
El Senado de la República aprobó por unanimidad una reforma al artículo 123 de la Constitución, con la cual se establece un apoyo económico mensual para jóvenes de entre 18 y 29 años que se encuentren desempleados y fuera del sistema educativo formal. La iniciativa busca brindarles capacitación para el trabajo e incentivar su inserción en el mercado laboral formal.
Con 112 votos a favor, la reforma alcanzó la mayoría constitucional necesaria y fue turnada a los congresos estatales para su validación.
La propuesta estipula que el apoyo económico no será menor a un salario mínimo general vigente y estará condicionado a la capacitación de los beneficiarios en empresas, negocios, talleres u otras unidades económicas durante un periodo máximo de doce meses, bajo las condiciones que determine la ley.
El objetivo de la reforma es proporcionar una alternativa productiva para evitar que los jóvenes sean absorbidos por la economía informal o actividades ilícitas. Al garantizar acceso a formación en sectores estratégicos, se busca reducir su vulnerabilidad ante la pobreza y la precarización laboral.
El senador Óscar Cantón Zetina, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, destacó que la reforma cuenta con el respaldo de todas las fuerzas políticas, ya que reconoce la urgencia de fortalecer la formación y empleabilidad de la juventud. Resaltó que esta medida institucionaliza el compromiso del Estado con el desarrollo de este sector y ofrece una alternativa real al reclutamiento por parte del crimen organizado.
Por su parte, Enrique Inzunza Cázarez, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, subrayó que la falta de oportunidades ha obligado a miles de jóvenes a integrarse al empleo informal en condiciones precarias. Con esta reforma, aseguró, se garantiza una política pública que promueve su acceso a empleos dignos.
En tribuna, el senador Saúl Monreal Ávila, de Morena, señaló que la iniciativa responde a demandas históricas de la lucha estudiantil y busca atender la vulnerabilidad laboral y educativa de las juventudes. Advirtió que México no puede seguir ignorando la difícil situación de miles de jóvenes que, ante la falta de oportunidades, quedan atrapados en la pobreza o la informalidad.
Con esta reforma, el Estado asume la responsabilidad de generar condiciones que fortalezcan la cohesión social y el desarrollo económico del país, ofreciendo a la juventud un camino concreto hacia la estabilidad laboral y profesional.
