
El papa Francisco ha nombrado a la monja Raffaella Petrini como “gobernadora” del Vaticano, convirtiéndola en la primera mujer en ocupar este puesto en la historia de la Santa Sede. A partir del 1 de marzo, tomará el relevo del cardenal español Fernando Vérgez Alzaga, quien se jubila al cumplir 80 años.
Petrini, de 56 años y miembro de la orden de las Hermanas Franciscanas de la Eucaristía, asumirá la presidencia de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, el cargo más alto en la administración civil del territorio. Durante años, ha sido la mano derecha de Vérgez y, hasta ahora, se desempeñaba como secretaria general de la administración vaticana, encargada de la infraestructura del Estado y de la gestión de los Museos Vaticanos.
El papa Francisco ya había adelantado su nombramiento en una entrevista reciente. Además, Petrini también encabezará la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano. Su designación se enmarca en los esfuerzos del pontífice por incrementar la presencia femenina en altos cargos de la Iglesia.
Otro nombramiento relevante ha sido el de la hermana Simona Brambilla, quien ahora dirige el departamento encargado de supervisar las órdenes religiosas, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar ese puesto.
Las cifras muestran un crecimiento en la participación femenina dentro del Vaticano: en 2013, las mujeres representaban el 19.3 % del personal, mientras que actualmente esa cifra ha aumentado al 23.4 %. En la Curia romana, el porcentaje asciende al 26 %.
A pesar de estos avances en la administración eclesiástica, continúan las críticas por la exclusión de las mujeres del sacerdocio. El papa Francisco ha reafirmado la prohibición de su ordenación y ha mostrado reservas respecto a la posibilidad de permitirles acceder al diaconado, una demanda recurrente de sectores progresistas dentro de la Iglesia.
