Mexicanos que residen en Estados Unidos acusan que el INE y la Cancillería han dificultado el proceso para que obtengan sus credenciales de elector y posteriormente puedan votar, por lo que han sumado fuerzas para promover el voto y brindar información para que los connacionales puedan emitir su sufragio desde el extranjero en las elecciones de este año.
Falta poco menos de un mes para que cierre el registro de voto desde el extranjero que ofrece el Instituto Nacional Electoral (INE), previsto el 20 de febrero, y mexicanos que residen en Estados Unidos acusan que las autoridades electorales mexicanas y la Cancillería han obstaculizado su derecho a participar en las elecciones que se realizarán este año en México al no simplificar el procedimiento de registro engorroso y brindar información incompleta sobre el proceso.
Activistas mexicanos como Maribel Solache y Efraín Jiménez se han empeñado en divulgar información sobre el proceso para poder votar desde el extranjero, ya que a su parecer el sistema de votación pareciera estar diseñado para que los paisanos no participen. “Definitivamente el sistema para votar para los mexicanos en el exterior no es un sistema amigable”, remarcó Solache, de San Diego, California. “No es un sistema diseñado para nosotros. Quién lo diseñó, quien lo creó y quien se sentó a tomar decisiones, no nos incluyó”.
“De hecho, parece que estuviera diseñado para que no votáramos, y eso te lo pruebo porque, ¿Cómo es posible que enviemos tantos millones de remesas donde un sistema sí está diseñado para que el dinero llegue con las remesadoras, pero el voto no nos llega porque nosotros tenemos que hacer un montón de pasos?”.
A ello, Jiménez sumó que además de enviar remesas, las y los mexicanos que residen en el extranjero pagan impuestos indirectamente, ya que cuando son utilizados los fondos por sus familiares dentro del país se paga este monto al fisco mexicano, por lo que cuestionó: “Si nosotros estamos pagando impuestos con nuestras remesas, ¿por qué no tenemos representación?”.
Según las últimas cifras del Instituto de los Mexicanos en el Extranjero (IME) de 2022, se trata de una población de más de 10 millones de mexicanos, sin incluir a aquellos nacidos en el extranjero pero con derecho a la nacionalidad por tener padres mexicanos. Si se considera que al 11 de enero del año en curso, el INE había registrado una lista nominal de 97 millones 642 mil 599 personas, de votar todos los mexicanos que viven en Estados Unidos, podrían mover el sentido del voto hasta en un 9.29 por ciento.
Sin embargo, al 23 de enero el organismo electoral tenía registrado sólo 1.7 millones de mexicanos que habían solicitado su credencial de elector desde el extranjero, de las cuales alrededor de 700 mil están activas; y al 26 de enero 102 mil 503 de las personas se habían registrado para votar en alguna modalidad.
Este año se realizarán elecciones en nueve entidades federativas –incluyendo Ciudad de México–, los mexicanos que viven en el extranjero y son originarios de dichos estados podrán hacer valer su opinión sobre quién será el o la siguiente mandataria en todos menos Veracruz y Tabasco, ya que no existe legislación local que lo permita.
Esta será la primera elección federal en la que podrán elegir, además del voto por correo tradicional y electrónico, votar directamente en las casillas habilitadas en consulados y embajadas tanto quienes hicieron su registro como quienes no, aunque para ello sólo habrá un número limitado de boletas.
“El Gobierno que está actualmente, y el (ex)secretario de Relaciones Exteriores [Marcelo Ebrard] no hicieron nada. Es evidente que el Gobierno quizás no se preocupó por eso, ni Marcelo Ebrard se preocupó, y nos llegaron las siguientes elecciones y nadie se había preocupado, entonces nosotros los activistas, los organizadores, prácticamente tuvimos que salir a decir: ‘¿qué onda con la credencialización? ¿Qué onda con el voto? ¿Qué onda con la promoción[del voto]?’”, reclamó Solache.
“Eso es lo primero que nos importa: que los gobiernos, los institutos, las instituciones y la secretarías nos volteen a ver porque mandamos el voto, y no nada más por las remesas”.
Por su parte, el académico José Luis Estrada Rodríguez consideró que parte de la razón por la cual el trámite para que mexicanos en el extranjero es tan complejo es debido a que, históricamente, han emitido un voto en contra del sistema.
“No querían que votan los migrantes simple y sencillamente porque era un voto antisistema, ¿y por qué era un voto antisistema? Porque todos aquellos que emigran es porque no encuentran las condiciones en su país”, indicó el investigador, coautor del libro La representación política y el voto extraterritorial.
A partir de los estudios que ha hecho Estrada Rodríguez, identificó que los migrantes votan principalmente con base en la información que le brindan sus familiares y amistades que viven todavía en México, ya sea directamente o vía las publicaciones que comparten en redes sociales, y considerando si han mejorado o empeorado sus condiciones de vida.
UN PROCESO ENGORROSO Y SIN INFORMACIÓN
El proceso para que un mexicano que reside en el extranjero haga efectivo su voto consiste en tres pasos clave, a diferencia de dentro del país donde tener una credencial para votar vigente es suficiente para poder emitir el sufragio. Las y los paisanos deben de primero agendar cita en el consulado o embajada para tramitar la credencial de elector vigente, posteriormente activarla y luego registrarse para votar desde el extranjero –en cada elección– mediante la página web del INE habilitada para este fin.
Efraín Jiménez, coordinador del Colectivo de Federaciones y Organizaciones Mexicanas Migrantes en EUA (Colefom), compartió que a falta de información accesible para las y los paisanos, las organizaciones que pertenecen al Colefom han hecho campañas de difusión a través de redes sociales, foros virtuales, foros presenciales, y se reparten panfletos con los datos en plazas públicas y tiendas de Estados Unidos sobre cómo se puede uno registrar al listado nominal de electores en el extranjero.
“[Es] un proceso que no es conocido en la comunidad mexicana migrante, porque una vez que reciben su INE asumen que es como si estuvieran viviendo en México, que ya la tengo, pues ya estoy listo para votar, pero no es el caso”, explicó el activista.
“Para nosotros es un reto el: ¿cómo hacemos para convencer a los representantes de los partidos políticos, y al Consejo [del INE] en general para que, de alguna manera, una vez que nos registremos en el listado nominal, ya quedemos registrados de manera permanente? Eso podría ser una salida”, señaló Jiménez.
El mismo Consejero electoral Arturo Castillo reconoció que reformar el proceso para que mexicanos voten desde el extranjero es un pendiente que tienen las autoridades mexicanas con los connacionales.
“[El registro] Es, sin duda alguna, un pendiente para una eventual reforma electoral que creo que valdría la pena tomar en cuenta, y buscar la posibilidad de que se abra la lista nominal para que los connacionales en el extranjero automáticamente queden registrados en alguna de las tres” modalidades de voto, dijo en entrevista. “Es un pendiente con el legislativo, lo tenemos que ver con los partidos políticos (…) pero esto ya es vía legislativa”.
Ambos activistas Maribel Solache y Efraín Jiménez coincidieron en el llamado puntual a las autoridades: la defensa y promoción del voto de los mexicanos en el extranjero tiene que ser constante, no sólo en época electoral.
Crédito: SINEMBARGO