El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, rechazó las posibles intenciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de catalogar a los cárteles del narcotráfico como grupos terroristas, lo que podría justificar una intervención militar en México. Noroña advirtió que, de concretarse, esto llevaría las relaciones diplomáticas entre ambos países “al borde de una crisis brutal”. Además, subrayó que México no aceptaría ninguna intromisión militar, pues “somos una nación libre y soberana”.
En cuanto a la migración, el senador calificó como “inaceptable” la postura de Trump sobre las expulsiones masivas de inmigrantes, señalando que muchos mexicanos han vivido durante años en Estados Unidos sin obtener respuesta a sus trámites de residencia. Criticó las políticas migratorias de los republicanos, que cierran caminos a los inmigrantes, mientras los mexicanos esperan que México resuelva el problema, aunque, según Noroña, la solución debe venir de los propios estadounidenses.
Sobre el trabajo legislativo, Fernández Noroña destacó los logros de la actual administración en reformas constitucionales. Mencionó que se aprobaron 16 reformas, consideradas las más importantes desde las reformas de 1856 y 1917. Resaltó las reformas al Poder Judicial y la recuperación de empresas públicas como Pemex y la Comisión Federal de Electricidad, además de la consolidación de derechos sociales. En este contexto, anticipó un intenso trabajo legislativo para el próximo año, especialmente en reformas secundarias que acompañen estos cambios constitucionales.
Respecto a la oposición, Noroña opinó que no contribuye de manera significativa y está condenada a la “intrascendencia”. Criticó su actitud y la falta de propuestas sólidas, sugiriendo que no están logrando crecer electoralmente ni representar una opción viable para el futuro.
Finalmente, Noroña desestimó la posibilidad de una crisis constitucional debido a las reformas recientes, asegurando que las modificaciones a la Constitución se hicieron conforme a las reglas jurídicas y que la mejor prueba de su validez fue que la Suprema Corte de Justicia no pudo invalidarlas.
