Decenas de migrantes que buscan cruzar a Estados Unidos soportan temperaturas bajo cero mientras avanzan hacia la frontera entre Ciudad Juárez y El Paso, Texas, muchos de ellos viajando en vagones de tren sin protección adecuada contra el frío.
La mayoría provienen de países cálidos como Venezuela y Guatemala, lo que agrava las condiciones extremas de la travesía. Autoridades migratorias reportaron ayer la presencia de grupos, principalmente venezolanos, en las cercanías de Ciudad Camargo. Estas personas han pasado noches sobre los vagones, enfrentando el frío con ropa insuficiente y cobijas raídas.
En la ciudad de Chihuahua, paramédicos de la Cruz Roja atendieron a migrantes con problemas respiratorios que se refugiaron en el campamento de la avenida Juan Pablo Segundo. Este sitio alberga entre 300 y 400 personas que han hecho una pausa antes de continuar hacia Ciudad Juárez.
Los migrantes esperan entregarse voluntariamente a la Patrulla Fronteriza estadounidense con la intención de solicitar un ingreso humanitario. Sin embargo, las autoridades migratorias de Estados Unidos han reiterado que quienes crucen de forma ilegal serán deportados inmediatamente.
En Ciudad Juárez, el presidente municipal informó que el flujo migratorio ha disminuido y que los albergues cuentan con capacidad para recibir a quienes lo necesiten.
En otro incidente, agentes de la Guardia Nacional de Texas arrojaron gas lacrimógeno para dispersar a un grupo de alrededor de 100 migrantes que cruzaron el Río Bravo para entregarse a las autoridades estadounidenses. Entre los afectados, que llegaron a la frontera en tren, se encontraban menores de edad.
Las condiciones extremas de frío, junto con las restricciones migratorias, evidencian los retos que enfrentan estas personas en su búsqueda de una vida mejor.
