
La presidenta Claudia Sheinbaum alzó la voz este lunes tras la decisión del Gobierno de Estados Unidos de suspender por dos semanas la importación terrestre de ganado mexicano, debido al brote del gusano barrenador. La mandataria calificó la medida como “injusta” y aseguró que México no aceptará decisiones unilaterales por parte del país vecino.
“México no es piñata de nadie, lo que hay es colaboración, coordinación, pero ni hay subordinación ni tampoco podemos estar a lo que se diga cada día [desde EE UU]”, declaró en su conferencia matutina. “A México se le respeta”, subrayó.
La suspensión fue anunciada por la secretaria de Agricultura de EE UU, Brooke Rollins, quien argumentó que la plaga representa un riesgo para su país: “La última vez que esta devastadora plaga invadió Estados Unidos, nuestra industria tardó 30 años en recuperarse. Esto no puede volver a ocurrir”. La medida afecta la importación de ganado vacuno, equino y bisontes.
Julio Berdegué, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural en México, expresó su sorpresa, ya que días antes había sostenido una reunión con Rollins en Washington, donde discutieron estrategias conjuntas contra la plaga. Tras ese encuentro, el funcionario mexicano publicó mensajes optimistas y fotografías con su homóloga. Luego del anuncio de la suspensión, Berdegué la calificó como una decisión “unilateral” que no contribuye a la “estrategia conjunta” entre ambas naciones.
El gusano barrenador ha provocado brotes en el sur del país desde noviembre y recientemente se han detectado los primeros casos en humanos. Ante esto, Sheinbaum confió en que la medida no provoque “pérdidas importantes” para la economía nacional y respaldó el trabajo de la Secretaría de Agricultura mexicana.
La relación bilateral también se ha visto tensada por otros episodios recientes, como la revocación de la visa a una gobernadora de Morena y los supuestos acuerdos entre Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, y autoridades estadounidenses.
