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En un operativo realizado del 18 al 20 de diciembre, autoridades localizaron 11 fosas clandestinas en un paraje del municipio de Ascensión, Chihuahua, entre las brechas conocidas como Buena Vista y La Salada.
Los hallazgos fueron posibles gracias al trabajo coordinado de la Fiscalía General del Estado, el Ministerio Público, la Agencia Estatal de Investigación, la Comisión Local de Búsqueda y la Dirección de Servicios Periciales. Durante los rastreos iniciales, se descubrió una primera fosa con restos óseos presuntamente humanos, lo que llevó a ampliar el perímetro de búsqueda. A 300 metros de distancia se ubicó una segunda fosa, seguida de una tercera a pocos metros más.
En los días posteriores, el operativo permitió identificar otras ocho fosas en un radio de hasta medio kilómetro. Todas contenían restos óseos y casquillos percutidos de diversos calibres. Las exhumaciones estuvieron a cargo de antropólogos forenses y peritos especializados, quienes recolectaron las evidencias para su análisis.
Hasta el momento, las autoridades no han precisado la cantidad de víctimas ni las identidades de los restos hallados. Las investigaciones continúan, mientras este caso pone nuevamente en evidencia la magnitud de la violencia y desapariciones que afectan al estado de Chihuahua.
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