El piloto británico Lando Norris no solo se llevó la victoria en el legendario Gran Premio de Mónaco, también se robó las miradas con una actuación impecable que confirma su ascenso como una de las estrellas más carismáticas de la Fórmula 1.
Desde la pole position, Norris mantuvo el control total de la carrera, resistiendo la presión del favorito local, Charles Leclerc, y dejando atrás a figuras como Oscar Piastri y el campeón Max Verstappen. Con esta victoria —su primera en un Gran Premio desde Australia— el piloto de McLaren recorta la ventaja en el campeonato y se consolida como un fuerte contendiente para la temporada.
La Fórmula 1 no solo vive de velocidad, también de espectáculo, y Norris lo sabe. Su triunfo en uno de los escenarios más icónicos del automovilismo lo posiciona como un nombre que trasciende el deporte, generando entusiasmo tanto en los fans como en el mundo del entretenimiento.
