Los niños de Gaza enfrentan una situación de extrema vulnerabilidad, alertó Jonathan Crickx, portavoz de Unicef en los Territorios Palestinos, tras regresar de una misión en la franja, donde Hamás e Israel han estado en conflicto durante casi un año.
Este lunes, el ejército israelí llevó a cabo varios bombardeos en el territorio palestino, aunque el número de ataques aéreos ha disminuido en los últimos días a medida que Israel intensifica su presión militar sobre el movimiento libanés Hezbollah en la frontera norte.
Crickx describió una realidad desgarradora: “Se ven niños por todas partes, ya que no están escolarizados y deben contribuir a las necesidades de subsistencia de sus familias. Muchos llevan bidones amarillos de plástico sucios, a veces de 25 litros. Incluso vi a uno empujándolo en una silla de ruedas rota. Intentan llevar agua a sus casas, puesto que el acceso al agua sigue siendo un gran problema. También se ve a muchos niños buscando comida”.
El portavoz de Unicef destacó un fenómeno alarmante: “He visto a niños muy pequeños, de cinco o seis años, caminando entre enormes montones de basura, tratando de recuperar lo que pueden, especialmente cartón para encender fuego y cocinar”. Crickx subrayó que estos menores no tienen una vida normal, lo que genera serias preocupaciones sobre su futuro.
Los rostros de los niños reflejan su sufrimiento: “Están muy cerrados, muy tristes, no sonríen. Están profundamente afectados por la violencia, la intensidad de los bombardeos y la inseguridad que han experimentado durante el último año”.
Además, muchos niños han perdido a un miembro de su familia, y se estima que alrededor de 19,000 están no acompañados o separados de sus padres, lo que agrava aún más su situación. La realidad de los menores en Gaza es un llamado urgente a la acción humanitaria y a la atención de la comunidad internacional.