Una enorme sonrisa cubrió el rostro de Prisca Awiti, medallista de plata en judo en los Juegos Olímpicos, luego de llegar al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, en donde una multitud de aficionados y medios de comunicación la recibieron mientras se escuchaban los acordes de ‘Caminos de Guanajuato’ de José Alfredo Jiménez.
La judoca apenas podía caminar mientras recibía porras, aplausos: “Estoy muy orgullosa, muy feliz, tal vez apenas me está cayendo el veinte. Se siente increíble, estoy muy feliz por poder traer esta medalla a México”, señalaba mientras vigilaba sus pasos para no tropezarse: “No esperaba tanta gente aquí”.
Sin embargo, un poco más relajada, logró dimensionar la presea de plata que obtuvo en París 2024, ya que puede darle un vuelco a su disciplina de cara a las siguientes ediciones de los Juegos Olímpicos.
“Es un resultado demasiado importante, no sólo para el país, sino para el judo mexicano. Creo que logré poner al judo mexicano en el mapa y espero que mucha gente en el país ya empiece a hacer judo y disfruten lo bonito que es el deporte. Espero que esto inspire a todas las generaciones que vienen y que vean que el judo es un deporte bonito, que, si te dedicas, todo se puede lograr”, recalcó.
Lo cierto es que por ahora sólo piensa en descansar, recuperarse de algunas lesiones y disfrutar con su familia, aunque la presea le ha cambiado la vida y ya lo pudo palpar en su regreso a tierra mexicana.
Crédito: LATINUS
