En medio de la crisis interna del Partido Revolucionario Institucional (PRI), su líder, Alejandro “Alito” Moreno, se encuentra en Uruguay celebrando la victoria del Frente Amplio en las elecciones presidenciales. Desde el centro de operaciones del candidato de izquierda Yamandú Orsi, Moreno compartió un video en sus redes sociales donde felicitó al Frente Amplio por su triunfo, destacando que “el pueblo uruguayo ha elegido un liderazgo comprometido con el desarrollo y el fortalecimiento de su Nación”.
Moreno, quien llegó a Uruguay el día anterior, aprovechó su visita para reunirse con importantes figuras del Frente Amplio, como el presidente Fernando Pereira, el expresidente José “Pepe” Mujica y su esposa, Lucía Topolansky. A través de sus redes, expresó: “Fue un honor intercambiar ideas con Mujica sobre los desafíos que enfrentan nuestras naciones y la importancia de construir sociedades más justas y solidarias. Agradezco su calidez y sabiduría, que son un ejemplo de compromiso y amor por su pueblo”.
Sin embargo, mientras Moreno se encuentra en Uruguay, el PRI enfrenta una profunda crisis política en México, con un liderazgo cuestionado y una significativa pérdida de apoyo. En los últimos cinco años, más de tres millones de militantes han abandonado el partido, y Moreno ha sido señalado como el principal responsable de esta decadencia. Bajo su gestión, el PRI ha perdido 11 gubernaturas y ha sufrido una drástica disminución de su base.
Además, la presencia de Moreno en Uruguay ha generado controversia, ya que muchos consideran que debería centrarse en resolver los problemas internos del PRI en lugar de celebrar en el extranjero. Su gestión, que se extenderá hasta 2032 tras la modificación de los estatutos del partido, ha sido calificada por algunos como la más destructiva en la historia reciente del PRI, un partido que, según el periodista Pedro Mellado, parece estar llegando a su fase terminal, aliándose con el PAN, su “enemigo histórico”, en un giro ideológico que ha confundido y desorientado a su militancia.
En este contexto, el PRI parece estar alejándose de sus raíces y principios fundacionales, como señaló Mellado al recordar la transformación del Partido Nacional Revolucionario en el Partido de la Revolución Mexicana bajo Lázaro Cárdenas, y su posterior evolución hacia el PRI. “La nacionalización del petróleo y la transformación del PNR en PRM fueron el momento culminante de la obra cardenista”, añadió Mellado. Hoy, sin embargo, el PRI enfrenta una contradicción histórica al aliarse con la derecha panista, un cambio radical que marca la crisis existencial de la institución.
