El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció la eliminación de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo. La decisión, confirmada a través de un comunicado firmado por el presidente Joe Biden, revoca el Memorando Presidencial de Seguridad Nacional (NSPM-5) y establece un nuevo enfoque en la política hacia la isla.
Según el documento, la estrategia estadounidense se enfocará en promover mayores libertades, democracia, respeto a los derechos humanos y desarrollo económico en Cuba. Este enfoque busca un compromiso práctico con el pueblo cubano, adaptado a los cambios recientes en el contexto regional y global.
Con esta medida, el Título III de la Ley Helms-Burton ha sido suspendido, lo que impide demandas relacionadas con propiedades confiscadas en Cuba en tribunales estadounidenses. Además, se eliminará la lista de entidades restringidas, permitiendo mayor flexibilidad en transacciones financieras y relaciones económicas.
Cuba fue reincorporada a esta lista en enero de 2021, durante los últimos días del gobierno de Donald Trump, después de haber sido retirada por la administración de Barack Obama en 2015, en el marco de un acercamiento diplomático entre ambos países. Originalmente, la isla fue incluida en 1982 durante la presidencia de Ronald Reagan, sin un mecanismo de revisión que justificara su permanencia.
La inclusión de Cuba en esta lista ha tenido graves repercusiones para su economía, dificultando el comercio, la inversión extranjera y el acceso a ayuda humanitaria, especialmente durante la pandemia de Covid-19. También ha limitado los intercambios académicos y culturales, así como los viajes internacionales.
Con su exclusión de la lista, se espera una mayor apertura para fortalecer las relaciones económicas y diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, facilitando nuevas oportunidades para el desarrollo de la isla.
