
El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, una de las obras emblemáticas del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, se consolida como una alternativa logística competitiva al Canal de Panamá, al ofrecer tiempos de traslado más cortos para mercancías que cruzan el continente americano.
Una de las operaciones recientes más destacadas fue el traslado de 600 vehículos de la marca coreana Hyundai desde el océano Pacífico hasta el Atlántico, utilizando esta vía multimodal. La carga, cuyo destino final fue la Costa Este de Estados Unidos, llegó en aproximadamente una semana, frente a los 12 días que puede tomar un trayecto similar a través del Canal de Panamá.
“La operación demostró que hay capacidad logística para hacer del Corredor una ruta viable. Ahora dependerá del análisis de costos y tiempos para evaluar su conveniencia comercial”, afirmó Marco Antonio Sansores Ramírez, presidente de la Asociación de Agentes Aduanales del Puerto de Veracruz.
Pese a los avances, los puertos clave del proyecto —Salina Cruz, en Oaxaca, y Coatzacoalcos, en Veracruz— aún enfrentan desafíos en infraestructura para manejar altos volúmenes de carga con eficiencia. Sin embargo, el gobierno federal ya trabaja en su modernización para potenciar la operación del Corredor.
Motor de desarrollo industrial para el sur-sureste
Más allá de su dimensión logística, el Corredor Interoceánico se perfila también como un detonante del crecimiento económico en el sur-sureste de México. Datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revelan que 19 de las 32 entidades del país registraron aumentos en su actividad industrial durante 2024, siendo Oaxaca la de mayor crecimiento con un alza del 11.6%.
Este impulso se debe principalmente a la construcción del ferrocarril del Istmo y a la puesta en marcha de los Polos de Desarrollo para el Bienestar (Podebis), zonas estratégicas pensadas para atraer inversión y generar empleo.
A lo largo del Corredor se proyectan 14 Podebis, distribuidos en terrenos de entre 80 y más de 500 hectáreas, destinados a industrias clave como la automotriz, farmacéutica, energética y agroindustrial.
“Seis de estos polos están ubicados en Oaxaca, y se espera una inversión superior a los 720 mil millones de pesos en los próximos seis años”, informó Raúl Ruiz Robles, secretario de Desarrollo Económico del estado.
El Corredor Interoceánico avanza así como una alternativa de logística internacional, al tiempo que impulsa el desarrollo económico regional, con una visión integral que combina infraestructura, inversión y bienestar social.
