El Senado, con el respaldo de Morena y sus aliados, aprobó en lo general la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (Legipe), una de las primeras legislaciones secundarias de la reforma judicial, que regula la elección de jueces, magistrados y ministros. La votación resultó en 81 a favor y 40 en contra, tras un extenso debate de ocho horas. Aún queda pendiente la discusión en lo particular, donde la oposición presentó 20 reservas al contenido del documento.
Una adición de última hora al dictamen, promovida por las comisiones de Gobernación y de Estudios Legislativos, otorga mayores facultades al presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) para nombrar a los funcionarios principales de las áreas ejecutivas, excluyendo al secretario ejecutivo, quien será designado por mayoría calificada por el Consejo General del INE, de acuerdo con la legislación vigente.
Durante el debate, la confrontación entre Morena y la oposición fue evidente. Los opositores argumentaron que la reforma busca el “sometimiento y coptación del poder judicial”, mientras que los senadores de Morena defendieron que la reforma combatirá la corrupción, el nepotismo y garantizará una justicia equitativa.
Además, el grupo mayoritario anunció la presentación de dos reservas para revertir la intención de otorgar a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial el derecho de vetar a los aspirantes a diversos cargos judiciales. Desde el inicio de la sesión, el vicecoordinador Ignacio Mier destacó la intención de eliminar una modificación al artículo 500 de la Legipe, que establece que “los poderes de la Unión determinarán en primer término su conformidad total o parcial sobre los listados” presentados por los Comités de Evaluación.