El Estado de México se convirtió en la décimo octava entidad del país en despenalizar el aborto hasta las 12 semanas de gestación, al aprobarse la reforma con 56 votos a favor y siete en contra en la Legislatura local. La iniciativa, que llevaba más de 15 años en espera, fue votada como de urgente y obvia resolución, coincidiendo con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
A pesar del avance, la reforma no contempla aún la obligatoriedad del Estado de brindar atención sanitaria gratuita en estos casos. Los diputados del PAN rechazaron la propuesta, mientras que los priistas María Mercedes Colín, Alejandro Castro, Eduardo Zarzosa y Leticia Mejía se abstuvieron.
La nueva legislación establece sanciones de seis meses a un año de prisión para quienes interrumpan un embarazo después de las 12 semanas. En casos de violencia o falta de consentimiento, la pena puede ser de cinco a diez años de cárcel, además de multas económicas. Para personal médico, de enfermería o partería que incurra en estas prácticas sin justificación, se estipula la suspensión profesional de tres a seis años, extendiéndose hasta 20 años en caso de reincidencia.
Sin embargo, no será punible la interrupción del embarazo fuera del límite establecido en circunstancias específicas, como violación, inseminación no consentida, riesgo para la vida o salud de la mujer, malformaciones genéticas del producto o situaciones de amenaza o privación de libertad contra la persona gestante.
Este cambio legislativo representa un paso relevante en la garantía de los derechos reproductivos de las mujeres y personas gestantes en el Estado de México.
