Este domingo, un ataque aéreo israelí poco común en el centro de Beirut resultó en la muerte de Mohammed Afif, jefe de relaciones con los medios de Hezbollah, según informó un oficial del grupo político-paramilitar. El ataque, que ocurrió cerca de una intersección concurrida, dejó al menos cuatro muertos y varios heridos, sin previo aviso. En el lugar, un fotógrafo de la Agencia Associated Press observó a personas huyendo del área.
“Estaba dormido y desperté por el sonido del ataque, y la gente gritando, y los autos y disparos”, comentó Suheil Halabi, un testigo del hecho. “Me sorprendió, honestamente. Esta es la primera vez que lo experimento tan de cerca”, agregó.
Afif, quien había ganado prominencia desde el estallido de la guerra total entre Israel y Hezbollah en septiembre, se encontraba en la oficina del partido socialista árabe Baath en Beirut cuando fue abatido. Hezbollah no había hecho pública ninguna advertencia de evacuación antes del ataque.
Intensificación de la guerra en Gaza y Líbano
Este ataque se produce horas después de que al menos 12 personas murieran en la Franja de Gaza debido a ataques israelíes. Según el Ministerio de Salud en Gaza, más de 43,800 palestinos han perdido la vida en el conflicto, con más de un millón de personas desplazadas. Las fuerzas israelíes han intensificado sus bombardeos en Gaza, dejando vastas áreas devastadas.
Hezbollah, por su parte, ha seguido lanzando cohetes, misiles y drones hacia Israel. Estos ataques han matado a al menos 76 personas, incluidos 31 soldados, y desplazado a unas 60,000 personas. Recientemente, un bombardeo en Haifa causó daños a una sinagoga y dejó a dos civiles heridos.
Repercusiones políticas en Israel
Mientras la violencia continúa, el ataque aéreo también ha generado tensiones políticas dentro de Israel, donde el primer ministro Benjamin Netanyahu enfrenta críticas por las fallas de seguridad que permitieron el asalto de Hamas el 7 de octubre, que dejó más de mil muertos y 250 rehenes. A raíz de este ataque, algunos críticos han apuntado a Netanyahu por no haber logrado un acuerdo con Hamas para liberar a los rehenes.
El ministro de Justicia israelí, Yariv Levin, aprovechó la situación para impulsar nuevamente su propuesta de reforma judicial, que ha generado protestas masivas en Israel. Los críticos señalan que esta reforma busca concentrar más poder en manos de Netanyahu, quien enfrenta cargos de corrupción y abuso de poder. El líder de la oposición, Yair Lapid, condenó el uso de bengalas cerca de la residencia de Netanyahu, y advirtió contra el riesgo de que Israel se convierta en un estado no democrático.
