El Presidente rechazó reunirse con los padres y madres de los estudiantes el pasado 6 de marzo, quienes exigen justicia y que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) abra sus archivos y colabore.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo esta mañana que está esperando la respuesta de las madres y padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa sobre una reunión sin intermediarios en Palacio Nacional.
A través de su conferencia de prensa matutina, el Presidente mencionó que el objetivo es que conozcan la investigación, y reiteró que los abogados y las organizaciones de derechos humanos son “hostiles”.
“Sí vamos a dialogar, estamos esperando que nos den sus puntos de vista acerca del planteamiento que les hice de que quiero hablar con ellos sin los abogados y sin sus asesores de las organizaciones de defensa de derechos humanos. Quiero hablar con ellos, ellos son gentes mayores, conscientes, y quiero darles información que estoy seguro no les han proporcionado sus abogados y sus asesores. Quiero que conozcan lo que ha venido sucediendo con la investigación”, declaró.
“No tienen por qué terminar creyéndome, lo único que quiero es que conozcan mi punto de vista y garantizarles que estamos buscando a los jóvenes intensamente, como nunca y que tenemos avances en la búsqueda, y que por eso también sentimos que hay mucha hostilidad de los abogados y de las organizaciones de derechos humanos vinculadas a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA”, agregó.
El pasado 15 de marzo, el mandatario le pidió a las madres y padres de los estudiantes normalistas una reunión sin intermediaros, pues “desconfía”.
López Obrador afirmó aquel día que, aunque respeta al Senador Ricardo Monreal Ávila —quien se reunió el 14 de marzo con los padres y madres de los jóvenes normalistas asesinados en septiembre de 2014 y se propuso para intermediar con el Gobierno federal—, prefería tener el diálogo directo con ellos.
“Con todo respeto a mi compañero, hermano Ricardo Monreal y a cualquier otro intermediario, lo que yo quiero es hablar directamente con los padres de los muchachos porque no le tengo confianza a los intermediarios”, comentó.
“No le tengo confianza a los abogados, imagínense si le voy a tener confianza a un abogado que va a promover que tumben la puerta de Palacio y lleva unos tiradores con piedras y l mismo tiempo dice que quiere diálogo. No quiero intermediarios”, agregó.
Desde que López Obrador asumió el Gobierno en 2018, se comprometió a esclarecer el caso y a localizar a los 43 estudiantes, pero las investigaciones no han tenido mayores avances, pese a que han sido detenidos algunos exfuncionarios y militares, pues las mismas dependencias y organizaciones no gubernamentales han señalado la falta de colaboración de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
EL DERRIBO DE LA PUERTA DE PALACIO NACIONAL
El pasado 6 de marzo, un grupo de manifestantes derribó una de las puertas de Palacio Nacional, en una escalada de las protestas que mantienen desde hace varios días jóvenes y familiares de los 43 estudiantes desaparecidos desde 2014 para exigir celeridad en la investigación.
De forma sorpresiva decenas de manifestantes, algunos con los rostros cubiertos, se apostaron en una de las entradas del antiguo edificio y con ayuda de una camioneta, con rótulos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), tiraron una de las puertas de madera.
Tras ingresar a Palacio, fueron recibidos con gases por las fuerzas de seguridad, lo que los obligó a replegarse y a retirarse del lugar.
Mientras sucedía la protesta, el Presidente Andrés Manuel López Obrador se encontraba en el interior del inmueble realizando su habitual conferencia matutina diaria.
La violenta protesta se produjo luego de que un grupo de manifestantes instalara la semana pasada un campamento frente al Palacio de Gobierno para exigir al mandatario que inicie un diálogo con los familiares de los 43 jóvenes que desaparecieron en septiembre de 2014 en Iguala.