Desde que el pasado 6 de mayo el Ejército israelí ordenó a la población gazatí del este de la localidad de Rafah desplazarse al norte, miles de personas han tenido que salir del que era su único refugio, estimó este jueves la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).
“Desde que se intensificó la operación militar de las fuerzas israelíes el 6 de mayo, alrededor de 80 mil personas han huido de Rafah en busca de refugio en otros lugares. El costo para estas familias es insoportable. Ningún lugar es seguro“, acusó este organismo y reiteró la necesidad de un alto al fuego.
Según testimonios a EFE, para muchos de los gazatíes obligados a evacuar Rafah puede tratarse de su tercer o cuatro desplazamiento forzoso durante estos siete meses de guerra, que comenzó en el norte con una invasión terrestre de fuerzas israelíes el pasado 27 de octubre.
“Rafah es una ciudad de niños”, aseguró el martes el portavoz de Unicef, James Elder, en rueda de prensa a los medios en Ginebra.
En Rafah malviven hacinados más de 600 mil niños, según un informe de Unicef en el que advirtió que son “altamente vulnerables y están al borde de la supervivencia”.
Una situación que se ha agravado tras el cierre del cruce terrestre de Rafah, tomado por tanques israelíes, y desde donde entraban a diario a Gaza una media de 48 camiones con ayuda humanitaria y 166 mil litros de diésel, según la ONU.
“Sin combustible, los camiones no podrán transportar asistencia humanitaria crítica, las bombas de agua dejarán de funcionar y los hospitales restantes cerrarán”, alertó el director de UNRWA, Philippe Lazzarini, en su cuenta de X.
Por el otro cruce en el sur, el de Kerem Shalom, tampoco está siendo distribuida ninguna ayuda a Gaza, confirmaron UNRWA y el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés), pese a la afirmación israelí de su reciente reapertura.
Crédito: LATINUS