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CULTURA
El día de hoy, un par de ambientalistas del colectivo “Just Stop Oil” arrojaron salsa de tomate en la famosa pintura de 1888, Los girasoles, que se encuentra en la Galería Nacional de Londres.
La obra del artista impresionista holandés Vincent Van Gogh, valuada en 84.2 millones de dólares, fue bañada con dos latas de salsa de tomate por el par de activistas climáticos como protesta contra la extracción de gas y producción de petróleo que realiza el gobierno británico.
Al unísono de “¿qué vale más, el arte o la vida? ¿Vale más que la comida? ¿Más que la justicia? ¿Les preocupa más la protección de una pintura o la protección de nuestro planeta y de las personas?” La crisis del costo de vida es parte del costo de la crisis del petróleo, el combustible es inasequible para millones de familias hambrientas y con frío. Ni siquiera pueden darse el lujo de calentar una lata de sopa”, las ambientalistas se arrodillaron de espaldas a la pintura y pegaron sus manos a la pared.
El cuadro, protegido por un cristal, no sufrió afectaciones excepto por el marco que fue ligeramente dañado; por su parte, las manifestantes fueron detenidas bajo los cargos de daños criminales y allanamiento agravado.
Con esta sumarían ya seis obras de arte las que han sido intervenidas por este colectivo. Las otras cinco son: “My heart’s in the highlands”, de Horatio McCulloch; “Peach trees in blossom”, de Van Gogh; “Arpa eólica de Thompson”, de William Turner; “The hay wain”, de John Constable; y “La última cena”, de Leonardo Da Vinci.