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SALUD
Previo a la pandemia por covid-19, el Instituto Nacional de Cancerología (Incan) identificaba en etapa avanzada el 10% de los casos de cáncer de mama, pero debido a la contingencia que obstaculizó la detección oportuna de la enfermedad, la cantidad de casos en etapa avanzada aumentó al 23%.
Según los hallazgos registrados por el Incan, este año se han detectado tumores más grandes, e incluso, que se extienden a otros órganos, dándole a las pacientes muy pocas oportunidades para vencer al cáncer.
Entre el 60 y el 70 por ciento de los diagnósticos del Incan son de tumores localmente avanzados o neoplasias que afectan los ganglios linfáticos y/o subclaviculares. Antes del covid-19 estos se detectaban con 3 centímetros de diámetro, pero ahora son detectados hasta con 8 centímetros.
Aunque este tipo de tumores normalmente logran ser controlados, en el 40 por ciento de los casos, estos vuelven a aparecer.
Claudia Arce Salinas, especialista del Incan, señaló que esta es una situación grave que podría reducirse con una estrategia nacional que garantice el diagnóstico oportuno y el rápido acceso a la atención médica, ya que las mujeres de zonas rurales son las más afectadas por este padecimiento. Pues cuando llegan a la atención médica presentan neoplasias de hasta 40 centímetros de diámetro.
De acuerdo con Arce Salinas, se ha demostrado que la obesidad y el sobrepeso aumentan el riesgo de desarrollar tumores malignos, y en México el 72 por ciento de los adultos tienen esta condición.
En México, en 2010 se reportaban 15 mil nuevos casos de cáncer de mama, pero en la actualidad esta cifra ha aumentado a 20 mil y continuará en aumento. Por lo que, el diagnóstico y tratamiento oportunos son decisivos, pues en la etapa inicial es posible erradicar el cáncer en el 97 por ciento de los casos.