Recientemente se dio a conocer que tanto la cadena de supermercados mexicana, comercialmente conocida como La Comer, y el multimillonario Carlos Slim se alinearon para cumplir con sus obligaciones fiscales. Anteriormente los grandes capitales gozaban de “prórrogas” que terminaban con el pago mínimo de impuestos o simplemente con adeudos eternos a las arcas públicas de México.
Durante este sexenio hemos visto desfilar a un gran número de empresarios a las filas de la legalidad y cumplimiento de sus obligaciones fiscales, en esta ocasión Carlos Slim pagó 28 mil millones de pesos en impuestos por una venta que realizó de América Móvil, sin prórrogas o extensiones. También la cadena de supermercados anunció que pagaría una deuda de más de 426 millones de pesos en impuestos al Servicio de Administración Tributaria.
En un comunicado, los dueños de La Comer anunciaron que el pago se trata de auditorías de los años 2014 y 2015 y que para evitar confrontaciones legales cumpliran con sus responsabilidades fiscales.
La estrategia de recaudación fiscal para los grandes capitales ha sido calificada por éxito por los expertos, pues la titular del SAT, Raquel Buenrostro, ha impulsado una de las principales políticas del presidente Andrés Manuel López Obrador.
