
Israel lanzó una ofensiva aérea contra territorio iraní que resultó en la muerte de altos mandos de la Guardia Revolucionaria Islámica, en una operación que eleva la tensión en Medio Oriente y reaviva el riesgo de una escalada militar regional.
La ofensiva, confirmada por el Ministerio de Defensa de Israel, fue dirigida a un centro de mando subterráneo donde se encontraban reunidos los líderes de la fuerza aeroespacial de los Guardianes de la Revolución, supuestamente para planear un ataque contra Israel. “La mayoría de los dirigentes de la fuerza aeroespacial fueron eliminados mientras estaban reunidos en su cuartel general subterráneo”, señaló el comunicado israelí.
Entre las víctimas confirmadas se encuentran el general Amirali Hajizadeh, jefe de la fuerza aeroespacial; el comandante de la fuerza de drones; y el jefe del mando aéreo. El cuerpo de los Guardianes confirmó la muerte de Hajizadeh y de varios “combatientes valientes y dedicados”.
Medios estatales iraníes también informaron la muerte del general Hossein Salami, comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, así como del general Mohammad Bagheri y Ali Shamkhani, este último considerado un estrecho colaborador del líder supremo Alí Jamenei y figura clave en las negociaciones diplomáticas con Arabia Saudita.
Israel vinculó a los líderes eliminados con el ataque a las instalaciones petroleras de Arabia Saudita en septiembre de 2019.
Tras el ataque, el gobierno israelí declaró estado de emergencia ante la posibilidad de represalias. Mientras tanto, Estados Unidos se deslindó completamente de la operación. El secretario de Estado, Marco Rubio, aseguró que “no hubo participación ni asistencia de EE.UU. en los ataques”.
Las explosiones fueron reportadas en la capital iraní, Teherán, y en otras regiones del país, lo que ha generado una fuerte conmoción interna y encendido las alertas internacionales sobre una posible expansión del conflicto.
