El presidente panameño, José Raúl Mulino, rechazó rotundamente las declaraciones de Donald Trump sobre la “recuperación” del Canal de Panamá, afirmando que tal acción sería “imposible” sin infringir el Derecho Internacional. En el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), Mulino subrayó que la soberanía panameña sobre el Canal se basa en tratados históricos, y destacó que, aunque Estados Unidos es el principal usuario de la infraestructura, el Canal “es de Panamá y seguirá siendo de Panamá”.
Mulino rechazó también cualquier sugerencia de concesión o regalo por parte de Washington, recordando que el Canal no fue una “dádiva” de EE. UU. y enfatizó la inviabilidad de modificar su control sin violar las leyes internacionales. Además, afirmó que Panamá respeta “al concierto de las naciones” y “acata las normas del Derecho Internacional”, por convicción y mandato constitucional.
El mandatario también aprovechó para señalar que la actual situación podría abrir oportunidades para fortalecer las relaciones con EE. UU. en otros ámbitos, como el migratorio. En ese sentido, Mulino destacó una reducción del 42% en el flujo de migrantes a través del Tapón del Darién, comparado con el año anterior, y resaltó la importancia de que “la frontera sur de Estados Unidos empieza en Panamá, no en México.”
Por su parte, el Gobierno panameño envió una carta a la ONU, dirigida al Secretario General António Guterres, para expresar su preocupación por las “preocupantes” declaraciones de Trump, que había sugerido recuperar el Canal de Panamá. La misiva, enviada por el embajador de Panamá ante la ONU, Eloy Alfaro de Alba, resalta que, según la Carta de la ONU, los países deben abstenerse de usar la amenaza o la fuerza contra la soberanía de otro Estado.
En el escrito, el Ejecutivo panameño enfatizó que “el Canal es y seguirá siendo de Panamá” y que su administración continuará bajo control panameño, con respeto a su neutralidad permanente.