Benilda Figueroa Viniegra, originaria de Guachochi, se ha convertido en la primera médica rarámuri de Chihuahua, laborando desde hace 14 años en el Hospital Rural de Guachochi bajo el Programa IMSS Bienestar. En su rol, ha transformado la atención médica de la región, brindando servicios con un enfoque culturalmente sensible en su lengua natal, lo que fortalece la comunicación con las comunidades indígenas de la Sierra Tarahumara.
Figueroa es descrita por sus compañeros como una mujer dedicada, perseverante y valiente, que superó grandes retos para cumplir su sueño de convertirse en médico general y regresar a su comunidad a ofrecer atención a los indígenas. “Desde pequeña vi la necesidad de un médico indígena que pudiera comunicarse directamente con los pacientes y dar las indicaciones más entendibles para el padecimiento y el tratamiento”, compartió.
Además de su trabajo en el hospital, se suma a un equipo de cuatro traductores que ayudan a mejorar la atención a los rarámuris de la región. La doctora Figueroa también tiene dos publicaciones de investigación en la Revista Médico Científica Facultad de Medicina del Siglo XXI de Ciencia y Arte.
Sobre su vocación, expresó que la inspiración vino de sus padres: su madre fue enfermera auxiliar y su padre maestro supervisor en comunidades rurales de Batopilas. A pesar de las dificultades económicas para estudiar, Benilda pudo completar su formación gracias al apoyo de becas y su familia.
“Estoy contenta en el lugar en el que estoy, agradezco al IMSS y al Programa IMSS Bienestar en Chihuahua la oportunidad que se me está dando de trabajar, de desarrollarme como profesionista, de ser intérprete, pero sobre todo de servir a los que más lo necesitan”, dijo.
Figueroa continúa trabajando para superar el miedo de las comunidades indígenas hacia la atención médica, incentivando la participación de los pacientes y ayudando a mejorar su comprensión sobre las enfermedades y tratamientos.