Un incendio forestal que comenzó el martes en Pacific Palisades, un exclusivo vecindario en Los Ángeles, ha forzado la evacuación de 30,000 personas y amenaza con extenderse aún más. A su vez, una tormenta de viento “potencialmente mortal” agrava la situación en California.
Hasta el momento, más de 500 hectáreas han sido consumidas por las llamas en este suburbio cercano a las montañas de Santa Mónica, lo que ha llevado a las autoridades a evacuar a los residentes de 10,000 hogares y alrededor de 15,000 edificios, entre los que se incluyen negocios.
“Evacuar a las personas de manera segura podría marcar la diferencia entre la vida y la muerte”, afirmó Margaret Stewart, portavoz del Departamento de Bomberos de Los Ángeles.
En respuesta a la situación, Southern California Edison ha comenzado a cortar el suministro eléctrico a alrededor de 8,600 clientes como medida preventiva, para evitar que las instalaciones eléctricas se conviertan en una fuente potencial de ignición. Los cortes de energía afectan áreas de los condados de Los Ángeles, Riverside y Ventura.