La bancada de Morena en la Cámara de Diputados expresó su firme respaldo a una reforma constitucional que busca declarar a México como un país libre de semillas genéticamente modificadas, con un énfasis particular en la protección del maíz criollo, considerado un elemento fundamental de la dieta y la identidad nacional.
Este pronunciamiento fue realizado a través de un comunicado emitido por los diputados, quienes reafirmaron su compromiso con la defensa del maíz y señalaron su apoyo a la iniciativa de la presidenta Claudia Sheinbaum. Además, recordaron que ya existe un dictamen que aborda la propuesta del expresidente Andrés Manuel López Obrador para prohibir el uso de maíz transgénico en la alimentación humana en México.
Dolores Padierna Luna, vicepresidenta de la Mesa Directiva, detalló que la discusión de la reforma a los artículos 4 y 27 de la Constitución no se llevará a cabo en un periodo extraordinario, sino en el ordinario que iniciará en febrero. Esta propuesta busca garantizar la conservación de las semillas nacionales, implementar un manejo sostenible del campo, y prohibir el uso de glifosato, un pesticida vinculado a denuncias por su relación con el cáncer. También se plantea la regulación de la extracción de agua y la no autorización de la fractura hidráulica para la extracción de hidrocarburos.
Padierna explicó que la modificación al artículo 27 pretende asegurar que el Estado mexicano proteja las variedades criollas y nativas del maíz, y que se establezca un marco legal para regular los recursos naturales y las prácticas agrícolas de manera sostenible. También señaló que la resolución del T-MEC, que cuestionó la base científica de la prohibición del maíz transgénico, debe ser vista como una oportunidad para fortalecer el marco legal con evidencia técnica y científica que justifique la protección de los recursos naturales del país.
La bancada de Morena reiteró que México, como país de origen del maíz, tiene una responsabilidad histórica de proteger sus variedades tradicionales frente a los riesgos que representa la contaminación genética por maíces modificados. Además, subrayaron el respaldo a la lucha del movimiento campesino e indígena en defensa del maíz nativo y en general, de la preservación del patrimonio biocultural del país.
